martes, 17 de agosto de 2010

Disposiciones.

Llegados a este punto de la vida y del verano, me doy cuenta de que absolutamente todos los días son iguales. Igual de aburridos e insustanciales. Tardes para descansar del descanso con mi gente; tomarnos una coca-cola zero en un sitio de costa, en mi pueblo o en un bar cosmopolita. ¿Qué más da? Sólo estamos cambiando de escenario la representación para no hacerla tan tediosa, sólo estamos engañándonos a nosotros mismos con una ilusión, la idea de variedad en nuestras vidas prácticamente uniformes.
¿Qué diferencia pues, un día de compras por la capital a un día de playa? Entre todos podríamos alaborar posiblemente más de mil respuestas distintas, pero la mayoría mantendríamos que lo que verdaderamente diferencia los días y los momentos y los convierte en mágicos es nuestra disposición, nuestro semblante ante la vida... nuestra capacidad para hacerlos únicos en nuestra memoria, para exprimirlos al máximo y sacar lo mejor de ellos. La diferencia y el progreso en mi vida no están en pasar de comer una ensalada a comerme un filete, sino en pasar de querer comerme una ensalada a no autocastigarme por pensar en un trozo de carne.

5 comentarios:

  1. Como decía Bukowski, a veces la vida es todo lo agradable que se lo permitas. Enhorabuena por tu blog.

    ResponderEliminar
  2. q bonitoooo!! me encanta,,,, pero todos tamos asi!
    un besu!!!
    sigue escribiendo q mola muxo!
    sy froi!

    ResponderEliminar
  3. La vida ya nos pone suficientes castigos como para autocastigarnos.
    Animo petitmozart.

    ResponderEliminar
  4. Hola,preciosas letras van desnudando lentamente la integral y pra belleza de este blog, si te va la palabra elegida, la poesía, te invito al mio,será un placer,es,
    http://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/
    gracias, buen día, besos de agua...

    ResponderEliminar
  5. El primer párrafo. Pienso igual. 4 años depués

    ResponderEliminar